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San Pedro de Cardeña
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Es esbelta, blanca de luz, desnuda.... al estilo cisterciense. Construida en el siglo XV (1447-1457) con piedra de sillería caliza y grisácea en los paramentos, blanca -de las canteras burgalesas de Hontoria- en columnas y crucerías. De cuatro recios pilares, cada uno de ellos con dos metros de diámetro, arrancan las nervaduras de los arcos, en cuyas dovelas centrales se suspenden unos escudos de armas policromados, entre los que figuran el del Papa Eugenio IV - Pontífice que gobernaba el orbe católico el año que comenzaron las obras de construcción de la iglesia de Cardeña-, el escudo del Cid, el de Castilla y León, y el de Cardeña. La iglesia tiene siete capillas; la capilla Mayor, la que hace de cabecera del templo es pura luz, gracias a sus cinco ventanales de tracería gótica; no hay retablo en el ábside, pero debajo de los tres ventanales frontales destacan tres imágenes: la Virgen de la Asunción, patrona de la Orden Cisterciense (centro), San Bernardo (derecha) y San Benito (Izquierda). La sacristía es de traza gótica cisterciense, del mismo estilo que la iglesia, Desde ella se accede, después de atravesar otra pequeña pieza -una segunda sacristía con precioso lavabo en forma de concha de peregrino, destinado desde 1547 a las abluciones litúrgicas-, al antiguo archivo monacal y a la Sala Capitular (Museo) Llegar hasta el archivo tiene un atractivo especial: hay que subir una escalera de caracol del siglo XVI, sin eje central, perfectamente labrada; los escalones encajan a la perfección el uno con el otro. Esta escalera es una primorosa obra de maestro cantero desconocido. La capilla-panteón del Cid está situada en el brazo izquierdo del crucero y es del primer tercio del siglo XVIII (1735), de estilo barroco. En el centro se alzan los sarcófagos del Cid -"el Gran Rodrigo Díaz, Guerrero invicto, famoso cual otro Marte por sus triunfos", según el Rey Alfonso X- y de su esposa Doña Jimena, inmortalizados en sus laudas con sendas figuras yacentes talladas en piedra. Sobre las paredes laterales se acomodan 26 escudos de armas, correspondientes a otros tantos personajes ilustres -caballeros de armas, condes de Castilla, hijos y familiares del Cid-. Los restos de algunos de ellos reposan aquí, en el silencio de Cardeña. El retablo barroco de la Capilla-panteón del Cid lo realizó Fray Pedro Martínez en 1738. Retablo-sagrario ccolocado en el paño central del ábside de la iglesia, debajo de la imagen del Crucificado que adorna el altar Mayor Su forma alargada e irregular evoca el frontal de una arqueta cerrada, en cuyo centro destaca el sagrario. Su autor es un monje de la actual comunidad. Imágenes de la Asunción y de San Bernardo en el ábside de la iglesia abacial. Coro de los monjes, adorna la Capilla mayor de la iglesia. Se compone de 46 sitiases, de estilo gótico florido, con crestería barroca. Procede de San Juan de Ortega. Sillería de la Sala Capitular (Museo) Conjunto de madera de nogal tallado en el siglo XVII. Llegó a Cardeña procedente del monasterio de Obarenes. Pinturas de Ribera, 'Juan de Juanes'. Casulla bordada con hilos de oro y plata sobre seda valenciana (espolín), estilo los siglos XVI y XVII.